Es posible volver al tren como transporte entre ciudades cercanas, afirma experto

En opinión de José Antonio Ruiz Jarquín, Jefe del Departamento de Museología del Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos, el tren de pasajeros podría, en estos momentos, ser una opción viable para viajar.

“Se podrían hacer trenes suburbanos para viajes  cortos y rápidos. Creo que sería competitivo en kilometraje de 200 a 400 km; si el tren se desplaza a 150 km. por hora, sería más rápido que el autobús, más seguro y probablemente, menos costoso”, afirmó el investigador al hablar sobre la posibilidad del retorno del tren de pasajeros en nuestro país.

José Antonio Ruiz Jarquín estuvo en monterrey para ofrecer la conferencia Patrimonio, cultura e identidad ferrocarrilera, que programó CONARTE a través de la Casa de la Cultura de Nuevo León con motivo del 7 de noviembre, Día de Ferrocarrilero y en el marco de la apertura de la exposición fotográfica ¡Vámonos! Pasajeros al tren, que se exhibe en el Museo del Ferrocarril.

“El tren de pasajeros que vislumbro posible es el de trayectos cortos, por ejemplo: rutas como Monterrey-Saltillo, Monterrey-Monclova, México-Puebla, con trenes que te puedan conectar muy rápido, que sean competitivos, además son más seguros y se eliminaría el problema del tráfico y habría menos contaminación”, manifestó Ruiz Jarquín a los asistentes en su mayoría ex ferrocarrileros que se dieron cita en la Sala Gabriel Figueroa de la Casa de la Cultura de Nuevo León.

El gobierno, señaló, tendría que mirar hacia la implementación de trenes suburbanos en ciudades importantes, porque esa el la solución al problema del trasporte de pasajeros, que han adoptado en Europa y los Estados Unidos y que no han dejado de lado.

CONSECUENCIAS DE LA DESAPARICIÓN DEL TREN DE PASAJEROS EN MÉXICO

Cuando se quita el tren de pasajeros se pierden muchas cosas en las ciudades.

“Por donde pasa el ferrocarril se desarrolla toda esta parte de cultura intangible como la venta de comida y todas estas relaciones que se daban”, señaló José Antonio Ruiz Jarquín.

“Desaparecen muchas cosas en cadena que sucedían en torno al tren. Cuando llegaba el ferrocarril en los primeros años era todo un acontecimiento, un encuentro donde reunía la sociedad, además era la puerta de entrada la ciudad.

“Y en torno a eso y al viaje se daban toda una serie de relaciones y elementos culturales de convivencia, que se pueden interpretar de diversas maneras. El viajar en tren era una experiencia más lúdica.

“La gente convivía cuando se detenía el tren en cada estación; se daban todo tipo de relaciones, además, conocías los pueblos y era otra manera de viajar, pues al mirar por la ventana era como ir viendo una película con escenas campestres, paisajes y pintorescos pueblos”, manifestó.

Las estaciones y los objetos, apuntó, no tienen un sentido, si no poseen ese  significado que le da el hombre.

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